domingo, 20 de febrero de 2011

Midiumnidad intuitiva e incorporacion


Pregunta: La mediumnidad mecánica, ¿es la denominada de incorporación?
Ramatís: Hay que distinguir lo siguiente: el médium mecá­nico y el semimecánico no abandonan su cuerpo físico en el mo­mento de la escritura de los mensajes de las entidades espirituales, mientras que en el caso de la incorporación completa, el espíritu y el periespíritu del médium pueden apartarse a mucha distancia, dejando el cuerpo físico bajo la dirección de la entidad comuni­cante. El médium de incorporación completa, cuando abandona su cuerpo físico queda ligado únicamente por su cordón fluídico, espacio de tiempo ese en que el espíritu se manifiesta,, como sucede con el dueño de casa, que deja la habitación para que temporariamente la habite su amigo o amistad. Aunque continúe ligado al cuerpo carnal, por el lazo fluídico, en virtud a su desli­gamiento de los centros energéticos del doble etérico, le baja la temperatura y el trance mediúmnico pronunciase hacia el estado de catalepsia. El éxito de la comunicación mediúmnica de incorporación, en trance completo, depende muchísimo del conocimiento y posi­bilidad que manifieste la entidad espiritual para utilizarlo, pues en definitiva es el único dueño —en ese momento— de la pro­piedad ajena. La mediumnidad de incorporación, como la mecá­nica, es eficaz para las identificaciones correctas de los desen­carnados, que pueden actuar sin interferencias del médium, revelando con seguridad su característica psicológica y otras par­ticularidades íntimas de su vida terrena. Aunque los espíritus comunicantes deben someterse a las exigencias instintivas del cuerpo físico del médium de incorpo­ración, el cual conserva los ascendientes biológicos y hábitos par­ticulares y estigmatizados en su vida común, asimismo consigue manifestarse con cierta comodidad para exponer su verdadera identidad. La entidad, a pesar de encontrarse en casa ajena o disponiendo de otro instrumento vivo de manifestación en el medio del mundo material, no deja de verificar sus principales cualidades o defectos que eran conocidos por los vivos. La seve­ridad, la malicia, el humorismo, la capciosidad, la ternura, la inte­ligencia o la humildad retrátanse perfectamente a través del mé­dium de incorporación, porque goza de la facultad de poder plastificar en su rostro las expresiones personales de sus comuni­cantes. Nos recuerda el caso del inquilino, que debió mudarse a otra mansión amueblada, de gusto distinto, pero que poco a poco consiguió imponer su sello característico, logrando predo­minar definitivamente su preferencia emotiva. Sirviéndose del médium de incorporación, el espíritu comu­nicante encuentra ciertos hábitos biológicos y condicionamientos psicológicos que fueron de "su gusto", pero durante la comunica­ción consigue interferir en su intermediario dejándole entrever algo de su propia índole y temperamento espiritual. En virtud a que el espíritu del médium se aparta totalmente de su organis­mo físico, al igual que su periespíritu, la comunicación le fluye en forma inconsciente, despertando del trance mediúmnico sin recor­dar nada de aquello que fue transmitido por su cerebro físico durante su ausencia espiritual. Más tarde se sorprende cuando alguien le describe ciertos asuntos, conceptos filosóficos o argu­mentación científica, que le agradó, pues como es lógico, no tenía conocimiento personal de la exposición.

Pregunta:
¿Podemos considerar al médium intuitivo como el tipo exactamente opuesto al de incorporación? ¿Acaso no repre­sentan los dos tipos clásicos de médium "consciente" e "incons­ciente" situados en extremos opuestos?

Ramatís: La escala de la facultad mediúmnica es muy exten­sa y variada. El médium es un señor de reducido o extenso bagaje psíquico milenario y aporta sus condiciones en las comunicaciones de los desencarnados. Es dificilísimo encontrar dos médiums cuya moral, temperamento, cultura o poder mental coincidan rigurosa­mente entre sí, por eso se producen comunicaciones perfectamente semejantes, mas no iguales. Aunque se trate de médiums de in­corporación completa e inconscientes, su bagaje psíquico y la con­textura de su individualidad espiritual, influyen en las comunica­ciones mediúmnicas, imponiendo cierta peculiaridad. Sólo en el caso de muerte física, cuando el espíritu se desliga completamente del cuerpo carnal, cuando realmente es un "cadáver", un cuerpo sin vida, en ese estado recién deja de recibir la influencia exterior, propiamente dicha. El periespíritu del médium, que es la matriz o molde origi­nal del cuerpo físico, prestado al espíritu desencarnado o mani­festante, aunque se conserve a larga distancia, lo mismo influye, dejando traslucir en la comunicación sus características psíquicas acondicionadas del pretérito. El espíritu comunicante utiliza el cuerpo del médium, mas su temperamento, cultura o costumbres se podrán manifestar a través de las peculiaridades que ofrece, en cierta forma, por medio del comunicado. La facultad intuitiva y la de incorporación no pueden consi­derarse dos patrones exclusivos de mediumnidad, opuestas entre sí, porque tanto el médium intuitivo como el de incorporación pueden variar en su manifestación mediúmnica, revelando algu­nos matices opuestos e incomunes a su propia facultad habitual. El intuitivo, algunas veces, puede comunicar en trance sonambúlico parcial —aunque no sea muy frecuente— y el médium incorporación también está sujeto a intercalar en su manifestación algo de la facultad intuitiva. Durante el ejercicio mediúmnico pueden surgir factores o circunstancias que favorecen al médium, predo­minando ciertos matices mediúmnicos diferentes del acostumbra­do; también debido a su progreso espiritual, alcanza nuevas apti­tudes de mejoramiento psíquico en su tarea de comunicación con el mundo oculto. En general, los médiums intuitivos, a veces, son de incorpora­ción, mientras que en los que predomina la facultad de incor­poración, accidentalmente también pueden comunicar intuitiva­mente. La diferencia está en que el médium intuitivo recuerda todos los pensamientos que le fueron comunicados por las entidades, en cuanto al de incorporación es inconsciente, pues su periespíritu se aparta durante la manifestación. el propio médium de in­corporación —que se vuelve nulo durante el trance— más tarde logra recordar algo de las ideas que se transmitieron por su inter­medio.

Pregunta:
¿Por qué el médium de incorporación, no recuerda de inmediato aquello que los espíritus comunicaron por su inter­medio?

Ramatís:
Conforme manifestamos anteriormente, sólo en caso de muerte corporal el periespíritu abandona definitivamente el cuerpo físico. El médium inconsciente o de incorporación com­pleta, algunos días después de su trabajo mediúmnico verifica la aparición de algunas frases, vocablos o ideas, que los desencarna­dos vertieron por su cerebro físico, cuando estaba alejado de su organismo.
Aunque el cerebro periespiritual quede distanciado durante el trance, no elimina totalmente lo sucedido; por eso, las ideas co­municadas se retratan o reflejan aunque no posean la nitidez ori­ginal con que las recibió por su cerebro. El médium se sorprende tiempo después al reconocer formas, vestimentas o fisonomías que tuvo la oportunidad de identificar en otros lugares, pero ignora que fueron lar entidades que utilizaron su cuerpo físico en trance. Ese reconocimiento posterior y mental, de algunos períodos, frag­mentos o ideas que los desencarnados le fluyeron por el cerebro físico, le da la impresión de que el hecho sucedió en aquel mo­mento. Así como sucede con el médium intuitivo y vidente, que "ve" a los espíritus a través de su mente sensibilizada, y en reali­dad el fenómeno ocurre porque "sienten" la presencia junto a su periespíritu, para surgirle después las imágenes o detalles que le aclaran o explican la visión intuitiva; el médium de incorporación, instintivamente evoca de la intimidad de su periespíritu aquello que sintió cuando cedía el cuerpo a la entidad manifestante. Su cerebro periespiritual insiste en evocar el aconteci­miento incomún que observó a la distancia, pero que grabó en su memoria etérica. A través del fenómeno de repercusión vibrato­ria, poco a poco le transfiere hacia el cerebro físico las imágenes que mejor entrevió en su visión periespiritual. Algunos detalles nítidos pueden surgir posteriormente por el ajuste sincrónico del periespíritu al cerebro físico; podría decirse que las rememorizaciones y asociaciones de ideas que aparecen más tarde se las co­munica el periespíritu al cerebro físico. Esto sucede también con los "sujetos" muy sensibles a la hip­nosis, quienes más tarde recuerdan, con mayor o menor claridad, aquello que vivieron o transmitieron en trance hipnótico, a pesar de su completa inconsciencia cuando estaban bajo la dirección y voluntad del hipnotizador. Algunos "sujetos" recuerdan inme­diatamente todo aquello de cuanto participaron, ni bien retoman del trance; otros lo van recordando lentamente, y a veces pasan algunos días para tomar conocimiento satisfactorio del fenómeno hipnótico. En el caso de los experimentos hipnológicos de regresión de la memoria reencarnatoria, algunos pacientes de la hipnosis llegan a evocar los contornos físicos, voces y acontecimientos que vivie­ron, o relatan en trance aquello que más les impresionó el cere­bro en la evocación de sus vidas anteriores. La memoria etérica y periespiritual definitiva conserva totalmente los hechos de que participa con el ser, pudiendo ser desde un simple cabello, el vuelo y brillo fugaz de la luciérnaga, hasta las escenas tormento­sas y catastróficas del mundo físico. A medida que se sensibiliza el espíritu, aviva su bagaje milenario y sideral y poco a poco toma posesión de su conciencia forjada en el tiempo y en el espacio por los elementos educativos del mundo planetario.

El huevo Cosmico


EINSTEIN el famoso autor de la teoría de la relatividad, a principios de este siglo XX concibió en su mente genial un universo curvo, finito, cerrado como un huevo. Todavía nos viene a la memoria aquella exclamación terrible de ese hombre extraordinario cuando dijo: "EL INFINITO TIENDE A UN LIMITE".

Nadie ignora que más tarde EDWIN HUBBLE descubrió con infinito asombro en el famoso observatorio del Monte WILSON que todas las GALAXIAS que pueblan el espacio infinito se alejan a velocidades fantásticas unas de otras.

Este hecho en sí mismo es innegable, desgraciadamente GEORGES LEMAITRE, no supo comprenderlo y buscando causas llegó a conclusiones equivocadas.

Si el Universo está en continua expansión —explicó en forma absurda— es por que un día hizo explosión, a partir de un centro, de un átomo primitivo".

LEMAITRE con sus errados cálculos creyó firmemente que este núcleo primitivo, original, tenía un diámetro exiguo, pequeño, insignificante; tan solo la distancia de la tierra al sol o sea 150 millones de kilómetros. Ciertamente minúsculo hablando proporcionalmente, imaginemos siquiera por un instante el espacio infinito.

Tal núcleo primitivo tendría según LEMAITRE una densidad espantosa tal, que la proximidad misma de los átomos elevaría la temperatura como es natural a centenares de millones de grados sobre cero. A esta temperatura inconcebible, según tal teoría, la energía atómica liberada sería tal y la radiación cósmica tan intensiva que todo terminaría por dislocarse y entonces sobrevendría la explosión profunda como la erupción de un espantoso y terrible volcán. Maravilloso todo esto pero, ¿Quién puso este huevo cósmico? ¿Qué existía antes? ¿Por qué la cósmica explosión tendría que realizarse en determinado instante matemático y no antes ni después?.

¿Dónde está el fundamento de tal teoría? ¿Quién fue testigo presencial de tal hipótesis?.

Nosotros los GNÓSTICOS comprendemos a fondo que las GALAXIAS se alejan unas de otras y eso está ya demostrado, pero esto no significa forzosamente que todas ellas hayan partido de un mismo núcleo. EINSTEIN dijo: "La masa se transforma en energía". Y todos los sabios del mundo se inclinaron reverentes ante esta tremenda verdad. También dijo el gran matemático: "La energía se transforma en masa" y nadie pudo refutar este postulado. No hay duda de que: "Energía es igual a masa multiplicado por la velocidad de la luz al cuadrado". Estos sabios postulados vienen a demostrarnos que la masa de todos los universos es eterna e inmutable; desaparece aquí para reaparecer allá, en una especie de flujo y reflujo, actividad y descanso, día y noche.

Los Mundos nacen, crecen, envejecen y mueren; dejan de existir para transformarse en energía y luego resurgen, renacen, cuando ésta cristaliza nuevamente en masa.

En la cuenta retrospectiva de todos los siete cosmos que bullen y palpitan en el espacio infinito, no existe una hora cero raíz, común para todos en conjunto. Aclaro, al decir raíz común en este caso concreto, me refiero al concepto tiempo como hora cero. Esto no significa que neguemos la hora cero absolutamente. Esta existe en particular para cada Universo; en el estado pre-cósmico normal para cualquier sistema solar. En otras palabras diremos que cada sistema solar del inalterable infinito, tiene sus MAHAMVANTARAS y PRALAYAS, es decir, sus días y noches cósmicas, épocas de actividad y reposo. En esta GALAXIA en la cual vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, existen millones de sistemas solares y mientras unos se encuentran en su hora cero, otros están en plena actividad.

Los tiempos de actividad y reposo, días y noches cósmicas, se repiten también en el hombre y en el átomo, en todo lo que ha sido, es y será. Los científicos modernos tratan de explicar todas estas cosas a partir únicamente de las leyes naturales.

Resulta ciertamente ridículo querer excluir los principios inteligentes de tales leyes. Cada mundo del espacio estrellado posee su FOHAT, que es omnipresente en su propia esfera de acción. Fuera de toda duda podemos y debemos afirmar enfáticamente que existen tantos FOHATS como mundos, cada uno de los cuales varía en poder y en grado de manifestación. Existen millonadas, billonadas y trillonadas de FOHATS, estos en sí mismos son fuerzas conscientes e inteligentes. Realmente los FOHATS son los constructores, los Hijos de la aurora del MAHAMVANTARA, (DÍA CÓSMICO), los verdaderos creadores cósmicos.

Nuestro sistema solar traído a la existencia por estos agentes está ciertamente constituido por siete universos paralelos. FOHAT, pues, es el poder eléctrico vital personificado, la unidad trascendental que enlaza a todas las energías cósmicas, tanto en nuestro mundo TRIDIMENSIONAL como en los UNIVERSOS PARALELOS de las DIMENSIONES SUPERIORES e INFERIORES.

FOHAT es el VERBO hecho carne; el mensajero de la ideación cósmica y humana, la fuerza activa en la vida Universal, la energía solar, el fluido eléctrico vital.

FOHAT, es llamado "EL QUE PENETRA" y el FABRICANTE porque mediante los PUNCTA da forma a los átomos procedentes de la materia Informe. En el FOHAT se hallan ocultas las matemáticas, el ejército de la voz, la GRAN PALABRA.

Cualquier explicación sobre la mecánica cósmica que excluya el NOUMENO tras el FENÓMENO, el FOHAT tras de cualquier COSMO-GÉNESIS, resultaría tan absurda como suponer la aparición de un automóvil por generación espontánea producto del azar, sin fábrica especial, sin ingenieros, sin mecánicos, etc. La trayectoria de las GALAXIAS jamás indica que estas tengan su origen o punto de partida original en un núcleo tan reducido como el huevo hipotético de LEMAITRE. Como prueba de esto tenemos que el ángulo de dispersión varía siempre entre 20 y 30 grados, o sea que pueden haber pasado a enormes distancias del supuesto centro.

(la Nueva Era de Acuario)

jueves, 17 de febrero de 2011

¿Sere medium?


La mediumnidad es una facultad inherente a todos los seres humanos, que algún día aparecerá de forma más ostensiva de la que ocurre en el presente momento histórico.

Sutiles o vigorosos, algunos de esos síntomas permanecen en determinadas ocasiones generando mal estar y sinsabor, inquietud y trastorno depresivo, en cuanto que, en otros momentos surgen en forma de exaltación de la personalidad, sensaciones desagradables en el organismo, o antipatías injustificables, animosidades mal disfrazadas, como consecuencia de la asistencia espiritual de que se es objeto.
Muchas enfermedades de difícil diagnóstico, por la variedad de síntomas, tienen sus raíces en los disturbios de la mediumnidad de prueba, esto es, aquélla que se manifiesta con la finalidad de invitar al espíritu a rescates aflictivos de comportamientos perversos o daños realizados en existencias anteriores. Por ejemplo, en el área física: dolores en el cuerpo, sin causa orgánica; cefalalgia periódica, sin razón biológica; problemas de sueño –insomnio, pesadillas, pavores nocturnos con sudor-; taquicardias, sin motivo justo; colapso periférico sin ninguna disfunción circulatoria, constituyendo todos ellos o apenas algunos de ellos, perturbaciones que derivan de la mediumnidad en surgimiento o con sintonía desequilibrada.
La mediumnidad es una facultad inherente a todos los seres humanos, que algún día aparecerá de forma más ostensiva de la que ocurre en el presente momento histórico.
A medida que se perfeccionan los sentidos sensoriales, favoreciendo con más amplio caudal de comprensión del mundo objetivo, se amplía la embrionaria percepción extrafísica, motivando el surgimiento natural de la mediumnidad.
No pocas veces, es detectada por características especiales que pueden ser confundidas con síndromes de algunas psicopatologías que, en el pasado, eran utilizadas para combatir su existencia.
No obstante, gracias a los notables esfuerzos y estudios de Allan Kardec, así como de una pléyade de investigadores de los fenómenos paranormales, la mediumnidad viene siendo observada y perfectamente aceptada con respeto, con respecto a benditas contribuciones que faculta al pensamiento y al comportamiento moral, social y espiritual de las criaturas.
Sutiles o vigorosos, algunos de esos síntomas permanecen en determinadas ocasiones generando mal estar y sinsabor, inquietud y trastorno depresivo, en cuanto que, en otros momentos surgen en forma de exaltación de la personalidad, sensaciones desagradables en el organismo, o antipatías injustificables, animosidades mal disfrazadas, como consecuencia de la asistencia espiritual de que se es objeto.
Muchas enfermedades de difícil diagnóstico, por la variedad de síntomas, tienen sus raíces en los disturbios de la mediumnidad de prueba, esto es, aquélla que se manifiesta con la finalidad de invitar al espíritu a rescates aflictivos de comportamientos perversos o daños realizados en existencias anteriores. Por ejemplo, en el área física: dolores en el cuerpo, sin causa orgánica; cefalalgia periódica, sin razón biológica; problemas de sueño –insomnio, pesadillas, pavores nocturnos con sudor-; taquicardias, sin motivo justo; colapso periférico sin ninguna disfunción circulatoria, constituyendo todos ellos o apenas algunos de ellos, perturbaciones que derivan de la mediumnidad en surgimiento o con sintonía desequilibrada.
En el comportamiento psicológico, aún se presentan: ansiedad, fobias variadas, perturbaciones emocionales, inquietud íntima, pesimismo, desconfianzas generalizadas, sensaciones de presencias inmateriales –sombras y bultos, voces y tocamientos- que surgen inesperadamente, en tanto que desaparecen sin ninguna medicación, representando disturbios mediúmnicos inconscientes, que son provocados por la captación de ondas mentales y vibraciones que sintonizan con el periespíritu del enfermo, procedentes de entidades sufridoras o vengadoras, atraídas por la necesidad de rehacer los conflictos en que ambos –encarnado y desencarnado- se ven envueltos.
Esos síntomas, generalmente pertenecientes a los capítulos de obsesiones simples, revelan la presencia de facultad mediúmnica en desarrollo, requeriendo los cuidados pertinentes a su educación y práctica.
Sin embargo, no todos los individuos en los que se presentan síntomas de tal porte, necesitan ejercitar la facultad de que son portadores. Después de la conveniente terapia que es enseñada por el estudio del Espiritismo y por la transformación moral del paciente, que se hacen indispensables al equilibrio personal, recuperan la harmonía física, emocional y psíquica, prosiguiendo, no entanto, con otra visión de la vida y diferente comportamiento, para que no le acontezca nada peor, conforme elucidaba Jesús después del atendimiento y la recuperación de aquéllos que Lo buscaban y tenían el cuadro de sufrimientos anterior.
Sin embargo, gran número de portadores de mediumnidad, tienen un compromiso con la tarea específica, que le exige conocimiento, ejercicio, abnegación, sentimiento de amor y caridad, a fin de atraer a los espíritus nobles, que se encargarán de auxiliar a cada uno de en el trabajo del ministerio iluminativo.
Trabajadores de última hora, nuevos profetas, transformándose en los modernos obreros del Señor, están comprometidos con el programa espiritual de modificación personal, así como de la sociedad, con vistas a la Era del Espíritu inmortal que ya se encuentra en sus cimientos afincados en la corteza terrestre.
Cuando sin embargo, los disturbios permanecen durante el tratamiento espiritual, conviene que sea tenida en consideración la psicoterapia consciente, a través de especialistas propios, con el fin de auxiliar al paciente-médium a realizar el autodescubrimiento, liberándose de los conflictos y complejas perturbaciones, que son consecuencia de experiencias infelices tanto del ayer como del hoy.
El esfuerzo por el perfeccionamiento interior aliado a la práctica del bien, abre los espacios mentales a la renovación psíquica, que se enriquece de valores optimistas y positivos que se encuentran en el Espiritismo, favoreciendo a la criatura humana con la alegría de vivir y de servir, al tiempo que la misma adquiere seguridad personal y confianza irrestricta en Dios, avanzando sin cualquier impedimento rumbo de la propia harmonía.
Naturalmente, en cuando se está encarnado, el proceso de crecimiento espiritual ocurre por medio de factores que constituyen el tejido celular, que siempre puede padecer enfermedades, desconciertos, problemas que forman parte de la psicoesfera terrestre, dentro de la condición evolutiva de cada uno.
La mediumnidad, sin embargo, ejercida noblemente, se transforma en bandera cristiana y humanitaria, conduciendo mentes y corazones al puerto de seguridad y de paz.
La mediumnidad, por tanto, no es un trastorno del organismo. Su desconocimiento, la falta de atendimiento a sus impositivos, generan disturbios que pueden ser evitados, o cuando se presentan, reciben la conveniente orientación para que sean corregidos.
Tratándose de una facultad que permite el intercambio entre los dos mundos –el físico y el espiritual- proporciona la captación de energías cuyo tenor vibratorio corresponde a la calidad moral de aquéllos que la emiten, así como de aquellos otros que las captan y transforman en mensajes significativos.
En este capítulo, no pocas enfermedades se originan de este intercambio, cuando proceden de las vibraciones de entidades enfermas o perversas, que perturban el sistema nervioso de los médiums incipientes, produciendo disturbios en el sistema glandular e incluso afectando el inmunológico, facultando el campo para la instalación de bacterias y virus destructivos.
La correcta educación de fuerzas mediúmnicas proporciona equilibrio emocional y fisiológico, aportando salud integral a su portador.
Es obvio que no impedirá la manifestación de los fenómenos consecuentes de la Ley de Causa y Efecto, de los que necesita el espíritu en su proceso evolutivo, pero facultará la tranquila conducción de los mismos sin daños para la existencia, que proseguirá en clima de harmonía y salud, a pesar de los acontecimientos impuestos por la necesidad de evolución personal.
Cuidadosamente atendida, la mediumnidad proporciona bien estar físico y emocional, contribuyendo para mayor captación de energías revitalizantes, que alzan la mente a las regiones felices y nobles, de donde se pueden obtener conocimientos y sentimientos inhabituales, que embellecen el espíritu y lo enriquecen de belleza y de paz.
Superados, por tanto, los síntomas de inicio de la mediumnidad, surgen las responsabilidades ante los deberes que irán a constituir el clima psíquico dichoso del individuo que, comprendiendo la magnitud de la situación, crecerá interiormente rumbo del Bien y de Dios.

martes, 15 de febrero de 2011

Medium Ze Arigó


Nacio en 1918, en el distrito de Belo Horizonte, Brasil, José Pedro de Freitas, conocido simplemente como Arigo, era hijo de granjeros que ascendió con rapidez entre las filas del sindicato de obreros metalúrgicos. A la edad de veinticinco años, fue elegido presidente del sindicato local, pero, tras una huelga en protesta por la peligrosidad de las condiciones de trabajo en las minas, fue despedido y tuvo que dedicarse a regentar un bar en la cercana Congonhas de Campo. Durante la campaña electoral de 1950, uno de los candidatos, Lucio Bittencourt, firme soporte de los trabajadores del metal, acudió a Congonhas para encontrarse con sus votantes. Mientras estaba allí, conoció a Arigo y quedó tan impresionado por el desapasionado discurso de aquel hombre a favor de los metalúrgicos, que invitó a Arigo a continuar sus conversaciones en el «Hotel Financial», donde se alojaba Bittencourt. Por la noche, Bittencourt se encontró a Arigo, con los ojos vidriosos, de pie junto a él y empuñando una navaja de afeitar.
Hablando en un atípico acento alemán, Arigo dijo al aturdido candidato que necesitaba una operación quirúrgica, que el mismo Arigo iba a realizarla. Bittencourt quedó tan conmocionado que se desmayó. Al volver a la conciencia, se percató de que aún seguía vivo, Bittencourt vio que se hallaba cubierto de sangre. Percibió un malestar en la parte de atrás del costillar, donde le sorprendió ver una incisión perfecta y limpia. Tras vestirse a toda prisa, se enfrentó a Arigo, que no recordaba nada de la experiencia pasada.
Sin saberlo Arigo, Bittencourt sufría un cáncer de pulmón, pero, al visitar a su médico al día siguiente, los rayos X mostraron que el tumor, en realidad, había desaparecido. Cuando Bittencourt explicó lo sucedido, su médico quedó asombrado: el procedimiento seguido por Arigo no se había realizado nunca en Brasil y, por lo general, era desconocido por los médicos locales. No pasó mucho tiempo antes de que Arigo se viese asediado por personas enfermas de todo el país, en busca de su milagrosa atención. Muy cerca de ellos, llegaron los periodistas y los psíquicos para determinar la fuente de los poderes de Arigo.
Durante los siguientes seis años, Arigo llegó a tratar hasta a 300 pacientes al día, incluso practicando cirugía sin bisturí, mientras se hallaba al parecer en trance, y no tenía, a continuación, el más mínimo recuerdo de sus proezas.
Según el reluctante sanador, había tenido pesadillas y visiones desde que era chiquillo. Al principio, consistían en una luz deslumbrante y una voz que le hablaba en un idioma desconocido para Arigo. A medida que los episodios aumentaban en frecuencia, asimismo lo hicieron en intensidad, dejando a Arigo con unos penosos y prolongados dolores de cabeza. Pero también se hicieron más claros. Pudo entonces distinguir una brillantemente iluminada sala de operaciones, donde un hombre bajo, recio y calvo, vestido con atuendo de quirófano, se dirigía a un grupo de colegas y en el mismo extraño idioma que Arigo había estado escuchando durante todo el tiempo. Llegado el momento, el médico reveló su identidad y su propósito: era el doctor Adolpho Fritz, le explicó a Arigo, y había elegido Brasil para llevar a cabo su plan de curación, dada su naturaleza compasiva. Arigo empezaba cada uno de sus tratamientos pronunciando el padrenuestro, durante el cual entraba en otro estado de conciencia, que describió como «un estado que yo no comprendía». Mientras se hallaba en trance, realizaba las operaciones quirúrgicas y prescribía recetas, con todo lo cual consiguió un éxito fenomenal. Consciente de que la comunidad médica, así como la Iglesia católica, se hallaban molestas ante aquella cirugía canalizada, un sacerdote local aconsejó a Arigo que cesase en sus prácticas. Pero Arigo se negó, insistiendo en que era, simplemente, el intermediario entre el pueblo y el espíritu del doctor Frizt. Luego, en 1956, Arigo fue acusado de «ejercicio ilegal de la medicina». El juicio tuvo amplia resonancia pública y la opinión popular fue que el trabajo de Arigo era abrumador.
El profesor J. Herculano escribió en un periódico brasileño que era «simplemente ridículo negar que el fenómeno de Arigo existiese. Especialistas médicos, periodistas famosos, intelectuales, prominentes estadistas, todos han sido testigos del fenómeno en Congonhas. No podemos de ninguna forma negar la realidad de sus hazañas». Sin embargo, a pesar de todas estas ayudas, Arigo fue condenado a una pena de cárcel, pero le concedieron la suspensión de la sentencia a cambio de que abandonase su práctica médica.

Sublimando la Expiacion


El sufrimiento es impositivo de evolución y nadie padece lo que no necesita sufrir.

La Revelación Espirita al ser un medicamento de naturaleza superior y de excelente elaboración, es en la actualidad, la terapéutica más eficaz para el hombre moderno, cuya rutilante inteligencia – que es capaz de impulsarlo en dirección a las estrellas – comúnmente lo encarcela en la mazmorra del escepticismo.

Si ayer los sectarismos religiosos incentivaron el materialismo, hoy el cientificismo debilita al hombre que lo elaboró, castigando su presunción.

Entretanto, a pesar de las no siempre razonables ambiciones humanas, la tumba hace tabla rasa para todos e induce, tarde o temprano, a profundas reflexiones acerca de la supervivencia espiritual. Entonces, en esta hora, la Doctrina Espirita eleva al ser atormentado en dirección a los astros, liberándolo del charco en que se detiene por un impositivo de su propia insania y finalmente lo hace feliz.

Todo socorro emana del Padre, a quien debemos dirigir nuestras suplicas, confiando con una tranquila seguridad. Los espíritas sabemos que el rio de las lágrimas tiene sus vertientes en el pretérito espiritual. Hay dolores que funcionan como reparación de culpas; la reeducación que disciplina y los dolores, que son como aguijones, nos impelen hacia delante. Frente a esto, es inútil ser recalcitrante. En los casos de tal naturaleza, el odio solamente complica y la rebeldía desequilibra cada vez más. Sin embargo, una actitud serena logra alcanzar resultados positivos e inesperados.

Es necesario observar las cosas con su legítima configuración para no caer en errores de interpretación. Examinando los hechos siempre con serenidad.

Cuando algo nos ocurre contra nuestra voluntad, llevándonos al sufrimiento, es por consecuencia del pasado culpable que somos obligados a rescatar. Las personas los accidentes que nos afligen y que despedazan nuestras esperanzas o que oprimen nuestras fuerzas, proceden de la noche de los tiempos, elevados a la categoría de severos cobradores, gracias a los cuales nos podremos libertar de las circunstancias y de los vicios infelices. De esta manera sufrimos lo que se hace indispensable padecer para conseguir la victoria sobre nosotros mismos. El aparente adversario también merece nuestra compasión y el perseguidor se vuelve digno de nuestra amistad. Realmente ellos no saben lo que están haciendo. Entrar en sintonía con las fajas del odio en que permanecen es darles nuevas fuerzas opresoras que se volverán contra nosotros, haciéndonos todavía más desdichados…

La tumba y la cuna han dejado de ser lugares misteriosos, representativos del fin y del comienzo de la vida, para transformarse en pórticos de acceso a nuevos aprendizajes de la existencia. El ser espiritual y verdadero es indestructible. Mortal es solo el cuerpo, a través del cual el alma adquiere experiencias, perfecciona sentimientos y asciende incesantemente. Las victimas y los verdugos acumulan las expresiones de amor y de odio en sucesivos y nuevos comienzos, hasta eliminar todo el vinagre de la animosidad del receptáculo del corazón.

Nunca en la prueba dolorosa y aflictiva huyamos de ella por la puerta falsa del suicidio, ya que en vez de resolver los problemas, los complica de manera insospechada y nos conduce a los laberintos de indecibles alucinaciones, con eternos punitivos al cuerpo en dolorosas condiciones reparadoras. Cambiamos una breve prueba por largas décadas de martirio, pues nos olvidamos que el Padre posee medios para modificar las situaciones más terribles, a través de soluciones inesperadas y liberadoras.

Cuando el hombre se dispone a confiar y esperar, surgen caminos en las más intrincadas marañas de la desesperación y aparecen barcos salvavidas en los mares agitados.

Dios conoce todas las constricciones que afligen a los espíritus, y dispone recursos para sanarlas en el momento cierto.

Rebelarse es desafiarlo; huir, significa la indebida postergación de un pago; reaccionar con la ira o a través del resentimiento, aumenta la cuota de sufrimiento. Solo una actitud esclarecida y equilibrada puede granjear valores que superen el mal.

Es de Ley Suprema que nadie se liberará de la deuda antes de rescatarla integralmente, el camino de las pruebas surge como una ruta que debe ser necesariamente recorrido, a precio muchas veces de renuncias.

Los continuos testimonios de paciencia, resignación y humildad, nos hace merecedores de la tierna asistencia de los Buenos Espíritus.

Cada vez es más grande el interés por el Espiritismo, que al tener sus raíces en las tierras fértiles del Evangelio, en el cual absorbe vitalidad y luz, este se afirma y se difunde gracias al bien que propicia a los que lo profesan, por tanto debemos comprender que el Espiritismo no necesita de propaganda intempestiva o apresurada.

Es en el clima de explicaciones necesarias y de acalorados discursos, además de conferencias espiritas, donde la incomparable figura de Jesús vuelve a la convivencia de los sedientos oyentes y a la de los sufridores, como aconteció antaño en las mañanas claras y en las tardes doradas en la antigua Galilea, donde brotaban las vertientes de la Buena Nueva…

Un futuro sublime está reservado al Espiritismo, en el ministerio de esclarecer y de conducir al espíritu humano. Llegará un día en que han de reverdecer los paisajes espirituales de la Tierra, y el amor – Alma de la creación – esparcirá felicidad, según las promesas auspiciosas del Cristo de Dios.

La Doctrina Espirita eleva al ser atormentado en dirección a los astros, liberándolo del charco en que se detiene por un impositivo de su propia insania y finalmente lo hace feliz.

El sufrimiento es impositivo de evolución y nadie padece lo que no necesita sufrir.

Extraído del libro “Sublime Expiación” de Divaldo Pereira Franco

jueves, 10 de febrero de 2011

Cuales son los limites de la ciencia?


Tras del fracaso de las religiones tradicionales, debido al (casi) fin de la fe ciega, la ciencia pasó a ocupar el lugar dejado por ellas, aunque dentro de la misma mística. Antes, sólo era verdad aquello que fuese admitido por las religiones; después, sólo es verdad lo que es sancionado por la ciencia. ¡Y cómo la ciencia, digamos ortodoxa, ha cometido errores! Tantos cuanto las propias religiones que la antecedieran en pretendida autoridad sobre lo que es o no es Verdad.

El período en el cual las religiones son puestas en duda y la ciencia se erige en dueña de la Verdad es el siglo XIX. Al final de aquel siglo, los científicos afirmaron que los pasajeros de una locomotora a vapor o de un automóvil, recién inventados, morirían por hemorragia debido a las velocidades pretendidas: 30 a 60 Km/h. Las cosas no cambiaron mucho de allá para acá; naturalmente los errores son de otro nivel y naturaleza, pero continúan aconteciendo. Hace décadas no existe más la ciencia por la ciencia misma, sino la búsqueda del conocimiento por los beneficios que éste pueda eventualmente traer. El mercantilismo ganancioso y avasallador dominó la ciencia al punto de ser "verdad" aquello que mejor convenía a determinados intereses, siempre transitorios. Con eso la verdad tornóse relativa.

La Realidad no se restringe a aquello que nosotros los humanos queremos. La ciencia es apenas el conocimiento organizado. Eso es bueno por un lado, mas por otro es pernicioso y limitador, pues fragmenta esa misma Realidad investigada. Pasamos a verla y comprenderla como quien mira por huecos de cerraduras.

Muchas veces en una visión monocular y, por eso, limitada. Eso explica porque teorías contrarias pueden ser elaboradas a partir de un mismo material. Depende de la interpretación que el investigador da a lo que fue visto por el hueco de la cerradura'.

Mas, ¿y la puerta nunca se abre? Sí, pero cuando estamos prontos para comprender lo que está detrás de ellas. La ciencia es un medio y no un fin en sí mismo. Es objetiva y experimental, poniendo a nuestra disposición recursos para que comprendamos, aunque parcial, fragmentaria e imperfectamente, la realidad que nos rodea.

Es intelectiva por naturaleza y puede sancionar o no todo aquello que está al alcance del intelecto. La cuestión es que no toda la Realidad está contenida en lo que es objetivo y experimental. Existen muchas cosas más allá, en el campo subjetivo e intuitivo y que también constituyen verdades y realidades, aunque apenas en parcelas conducentes con nuestra capacidad de entendimiento aún tan limitado.

Allan Kardec a codificar, organizar, el Espiritismo, dándole un cuerpo teórico consistente, usó los mejores recursos científicos de su tiempo. Echó mano de la metodología positivista de entonces para que esta viabilizase y diese las necesarias credenciales a la nueva doctrina en el momento en que ella fuese llevada al conocimiento público. Eso significa que Kardec usó la ciencia para que ésta sancionase el nuevo conocimiento. Entretanto, él fue suficientemente previsor para no someter la evolución doctrinaria espírita solamente a los criterios de la ciencia humana, limitadora y llena de conveniencias. Condicionó la evolución del Espiritismo al buen sentido y a la lógica, que son variables subjetivas. Si hubiese creado una dependencia absoluta a factores objetivos y experimentales, típicos de la ciencia convencional, habría colocado al Espiritismo en el campo de los intereses y conveniencias humanas. Por tanto, la metodo-logía positivista usada por Kardec fue un medio, un recurso, y no una camisa de fuerza que condicionase la doctrina que nacía.

Consecuentemente, la Doctrina Espírita progresa en función de descubrimientos de la ciencia y sancionados por ésta y va más allá en varios campos donde apenas la lógica y el buen sentido subjetivos son posibles. Claro que esta característica abre innumerables posibilidades de discordancias e interpretaciones diferentes, mas da al Espiritismo su dinamismo propio, sólo cercado por las limitaciones e imperfecciones del hombre, orígenes del espíritu sectario, del fanatismo, del conservadorismo, del religiosismo piadoso y de tantas otras debilidades humanas que azotan el movimiento espírita.

En el futuro el conocimiento intelectivo se asociará al conocimiento intuitivo, dando al hombre la posibilidad de alcanzar el conocimiento holístico, global, por entero, y no necesariamente fragmentario como ahora. En cuanto a eso, aún nos veremos divididos, defendiendo tesis parciales, a veces absurdas, provenientes de lo que vemos a través de huecos de cerraduras.

Por: Roberto Santos
(Publicado en el periódico "A Voz do Espíritu" - Edición 89: Enero - Febrero de 1998)

La Reencarnacion segun Victor hugo


El conocido poeta, novelista y dramaturgo francés Víctor Hugo, expresó sus profundas convicciones palingenésicas en las siguientes frases:
«Siento en mí toda una vida futura. Soy como un bosque podado que retoña en brotes más fuertes cada vez; subo hacia el infinito.»
«Y si la tierra me da su savia para sustentarme en lo material, el cielo me ilumina con el reflejo de los mundos entrevistos. »
«Hay quien dice que el alma es solamente la expresión de fuerzas corporales, y yo pregunto: ¿por qué la mía es más luminosa ahora, cuando mi vida declina y esas fuerzas corporales me abandonan?»

«Sobre mí se cierne el invierno y en mi alma florece una primavera eterna; las lilas, las violetas y las rosas perfuman y se abren como cuando yo tenía veinte años. Cuanto más me aproximo a la meta, oigo más claramente las sinfonías de los mundos que me llaman...»
«Viviré mil vidas futuras, continuaré mi obra, escalaré de siglo en siglo todas las rocas, todos los peligros, todos los amores, todas las pasiones, todas las angustias; y después de miles de ascensiones, liberado, transformado, mi espíritu volverá a su fuente, fundiéndose en la realidad absoluta, como el rayo de luz vuelve al sol».

Frases Espiritas


“El Espiritismo es como el acero, y todas las serpientes posibles usarán sus dientes para morderlo”. (Erasto, espíritu).

“Si hay los que creen estar en error, son libres para mirar la luz, que brilla para todo el mundo; aquellos que crean estar en la verdad son libres para cerrar los ojos”. (KARDEC)

“A luz clarea aquellos que abren sus ojos, mas las tinieblas se espesan para aquellos que quieren cerrarlos” (SIMON, espíritu).

“Sólo los que prefieren la oscuridad a la luz, tienen interés en combatirlo (al verdadero Espiritismo); mas, la verdad es como el Sol que disipa las más densos tinieblas”. (KARDEC).

“Es propio de todas las grandes verdades recibir el bautismo de la persecución; las animosidades que el Espiritismo suscita son la prueba de su importancia, porque, si fuese juzgado sin importancia, no se preocuparían por el”. (KARDEC).

“Discutir ideas; exponer argumentos a las acusaciones infundadas que contra nosotros son lanzadas; contestar las opiniones erróneas que contra nosotros son presentadas; rebatir las calumnias; señalar las mentiras; desenmascarar la hipocresía; tal debe ser el afán de todo Espíritu sincero, consciente de los deberes que les son confiados”.(Cairbar Schutel).